Wednesday 7 October 2015

10. Etiquetas, marcas, porque no lo vales

Nombrar es un proceso importante de la construcción de la memoria conciente. Lo que no nombramos, lo que no fue dicho, no lo recordamos. Lo nombrado (y lo narrado) es lo que recordamos aunque no haya sido un relato fiel de lo sucedido. Si encima imprimimos una emoción sobre un recuerdo, éste se hace más fuerte y le da un significado. Es por eso que muchos expertos recomiendan que si hemos tenido, por ejemplo, un incidente en el agua en el que sentimos miedo, lo mejor es volver al agua inmediatamente, para que la emoción con la cual vayamos a archivar este recuerdo no sea tan fuerte y no construyamos una creencia "el agua es peligrosa". 


Cajones
Salvador Dali
En este proceso de nombrar, construimos "cajones" internos que clasificamos con etiquetas. Algunas de estas etiquetas (y creencias) serán escritas por nosotros mismos desde nuestra propia experiencia, otras serán copiadas de nuestros pares pero muchas son directamente heredadas de nuestros padres y abuelos, nuestra cultura o nuestra religión. Ninguna de estas etiquetas son adjudicadas objetivamente y las que determinan los juicios más severos están acompañadas por emociones fuertes y altamente subjetivas (nuestras o ajenas).

Lentamente empezamos a ver el mundo sólo de acuerdo con la estructura de estos cajones. Cuando vemos al mundo de una manera que encaja, pensamos "todo encaja por lo tanto tengo razón". Así, al juzgar y categorizar a los otros, nos sentimos reafirmados en nuestras creencias. Así salimos al mundo buscando evidencia de que tenemos razón. Cuanto más fuerte sea esta creencia, más atención prestaremos a indicios y pistas que la reafirmen, hasta el punto de deformar y forzar nuestra visión del mundo para que encaje en nuestros cajones (este fenómeno es conocido como sesgo de la confirmación). Al final, siempre encontramos lo que buscamos, exista o no. Hubo artículos en la prensa que compartían estudios mostrando cuán grande es la diferencia entre las estadísticas y nuestras creencias. El título del artículo de The Guardian era "You are probably wrong about almost everything" (Probablemente usted está equivocado sobre casi todo) y muestra que el nivel de desempleo, embarazos en la adolescencia e índices de inmigración están siendo grandemente sobreestimados por el público.

Es cierto que calcular mentalmente una estadística no es nada fácil ya que no vamos por la vida haciendo cuentas, pero este fenómeno pasa en un nivel más genérico. El Papa habla de los pobres y critica el sistema económico, inmediatamente aparecen críticos etiquetándolo de  "comunista", particularmente en Estados Unidos donde esta etiqueta trae emociones muy intesas. Hay libros enteros dedicados a decidir si la etiqueta que le corresponde es la de liberal o conservador.


Salvador Dali
Anthropomorphic drawers
Sin embargo, creer que tenemos razón  no quiere decir que nos creamos superiores ni que aprobemos lo que somos. Muchas veces creemos estar en lo cierto cuando nos castigamos a nosotros mismos, y podemos ser muy crueles. Para sentirnos culpables y merecedores de duros castigos, no nos limitamos a auto-castigarnos cuando hicimos un daño verdadero. Puede ser por cualquier cosa que vaya en contra de una creencia. Si creemos que estar gordo está mal, cada vez que subimos de peso tendremos razón sólo si nos auto-castigamos. Si somos perfeccionistas, tendremos unos cajones bien ordenaditos y por supuesto sobre-estimaremos nuestros errores y fracasos y para probar que tenemos razón, equivocarse implica una dura condena. 

Las marcas nos ayudan a juzgar a los otros y a nosotros mismos en función de nuestras elecciones. Facilitan tanto el juzgar, que vamos por nuestra vida literalmente vestidos con etiquetas, así podemos poner en el cajón de "buena persona" todo aquel que lleve una etiqueta que aprobamos. Confiamos que el resto hará lo mismo con nosotros. Por lo tanto, en un mundo donde "somos nuestras decisiones", tomar una decisión trae un gran nivel de ansiedad. Esto fue explorado de manera brillante por el artista británico Grayson Perry en su documental "All in the best possible taste" (todo con el mejor gusto posible), particularmente cuando explora la clase media en el Reino Unido. Esta clase media se apoya en las marcas para respaldar sus elecciones y presenta un caso especialmente llamativo, donde una mujer compra la casa de muestra en un desarrollo nuevo urbano, que ya ha sido decorada. Comprar la casa decorada por otros le ahorra toda la ansiedad de decorar su propia casa y sentir que se puede equivocar, y descubrir (o que otros descubran) que no tiene "buen gusto". Cuando nos sumergimos en esta ansiedad, nos sentimos "identificados" y adoptamos figuras maternas (marcas, nacionalidades, religiones, etc.) que toman las decisiones por nosotros y nos dicen cómo juzgar a los otros. Necesitamos estas "madres" para que piensen por nosotros, porque tenemos un gran miedo de que si somos nosotros quienes tomamos las decisiones de acuerdo a nuestro propio criterio, éste puede estar mal y al equivocarmos seremos juzgados como no merecedores de amor o reconocimiento, probablemente porque en el fondo esto es parte de una creencia básica, nuestra vergüenza.

Llevamos nuestros cajones y si alguna vez experimentamos algo que pone esta estructura en duda, tenemos una crisis. Si alguna vez actuamos (o sentimos la necesidad de actuar) en contra de ellos, también. Aunque muchas estas creencias hayan sido adoptadas y no sean nuestra propia creación, de alguna manera sentimos que esta estructura es lo que somos, pero no lo es. Hay una voz interior más profunda que muchas veces está en desacuerdo (esta voz interior puede hablar en explosiones repentinas de emoción, o a través de nuestro cuerpo al no dejarnos dormir o enfermándonos). Esto significa que nuestras creencias no constituyen nuestro ser y que deberíamos ser capaces de reflexionar sobre ellas y dejarlas ir cuando lo necesitemos. Tenemos que aprender a oir estas voces internas antes de que tomen posesión de nuestros cuerpos para gritar, insultar o enfermarnos para que las escuchemos. Tenemos que aprender a re-decorar nuestro interior, ordernar nuestros cajones, tirar paredes abajo con el fin de ser coherentes con nosotros mismos. Con quienes somos o quienes estamos siendo.

AB

Tuesday 10 February 2015

9. Guerra justa o sólo guerra?

Diariamente estamos siendo bombardeados con noticias de cómo la agresión es justificada por un lado mientras vemos cómo el otro lado hace exactamente lo mismo. Ferguson, la crisis de Ucrania, Gaza, ISIS y Siria, todos estos casos están llenos de razones o excusas para generar más agresión y para construir la retórica que la justifica, que a su vez se transforma en una provocación y justificación para más agresión del otro lado.

El Estado Islámico justifica su acciones terribles con argumentos religiosos o geopolíticos mientras EEUU justifica sus acciones con la narrativa del sustento del "proceso de paz" en la región (Noam Chomsky explica que todo lo que hace EEUU es "nombrado" proceso de paz) y últimamente justificando el uso de drones.
La mayoría de los mandatarios en Europa están de acuerdo con juzgar las acciones de Putin en Ucrania como inadmisibles pero las acciones de la OTAN en cuanto a su relación con Rusia no son discutidas tan abiertamente. 

Todo esto está encendiendo nuevamente el debate sobre si existe una guerra que pueda entenderse como "guerra justa"  (Just war) o si todo es... simplemente una guerra: un lado intentando alterar la estructura de poder en una geografía particular y el otro lado tratando de mantenerla, en muchos casos estas luchas llevan a la redifinición de fronteras. Por supuesto, debemos estar abiertos a admitir que muchas de las fronteras del mundo fueron dibujadas por extranjeros sobre una mesa, muchas veces separando gente que se quería y otras tantas juntando gente que no se podía ver. Estas fronteras van a tener que pasar -casi inexorablemente- por una serie de cambios en algún punto en el futuro. También debemos admitir que cuando a las estructuras de poder les falta multilateralismo, tolerancia, inclusión, disciplina para trabajar dentro de un universo diverso, fluidez y proximidad con la gente que representan... estas estructuras van a atravesar también diferentes niveles de conflicto.

El Papa Francisco habló sobre la justificación de la guerra desde dos ángulos. Una es que la religión no debería usarse para justificar actos de violencia. Si bien estaba claramente refiriéndose al Estado Islámico, es importante recordar que la etiqueta del "mal/el eje del mal" fue usada por el Occidente para justificar su rol en el medio Oriente, y que es una etiqueta de tono religioso -aunque el occidente se considere un poder secular y el Gran Otro autorizando y validando la agresión es el Estado en lugar de Dios-. El segundo ángulo fue que "parar al agresor" es lícito, añadiendo que "parar" no significa bombardear, probablemente intentando limitar la doctrina tradicional de Guerra Justa. 

Pero no es sólo en casos de guerra que estas narrativas de autojustificación aparencen: hace poco vimos en Ferguson como un acto de agresión injusta escaló 
rápidamente porque justificaba muy fácilmente nuevos actos.

De todas maneras, en los últimos tiempos hay algo más que eschuchamos o leemos en las noticias casi diariamente: casos de abuso de menores y la violencia contra niños en la vida cotidiana, en pueblos pobres en escuelas caras, y en las guerras actuales.


Y aquí las excusas no funcionan. El relato se desbarata. No existe una justificación para que esto pase, para que esté organizado y menos aún para que sea negado y encubierto. Aquí hay un límite claro: el razonamiento que justifica la agresión no es objetivo, no es una "verdad" inobjetable y es parte del discurso engañado (ya que creemos que esta visión parcial es una visión absoluta). No pretendo insinuar que la agresión que recibimos no es real. Lo es, tanto como la que nosotros impartimos. El desafío es ver más allá de la agresión que recibimos y a la que nos creemos merecedores de usar. 

Cuándo fue la última vez que NOSOTROS fuimos agresivos? De qué se trató? Cómo nos sentimos al respecto? Cuánto nos imponemos sobre los otros? Cuánto deseamos por otros, haciendo por otros, pensando por otros? y al revés? Cuánto usamos nuestro poder? Cuánto permitimos a los otros hacer, desear y pensar por nosotros? Todas estas invasiones representan nuestra falta de habilidad para balancear nuestro poder, respetar y hacer valer nuestro espacio (físico, mental, emocional) y respetar el de los otros.

Si  no nos hacemos cargo y asumimos responsabilidad de nuestra agresión no podremos explorar qué hay detrás, qué lo sostiene y cómo resolverla de otra manera y mejor.

El Dalai Lama hizo un comentario relativo a este tema, explicando la definición espiritual del Jihad. En este artículo, el Huffington Post reporta: 
"El líder Tibetano se enfocó en el concepto del "jihad," comúnmente pensado como la Guerra Santa, pero que tiene una dimensión más espiritual dentro del contexto del Islam;
“Jihad combate las emociones internas destructivas," dijo el Dalai Lama. "Todos llevan el JIhad en sus corazones, incluso yo.”

AB

Links: 
http://www.theguardian.com/commentisfree/2014/sep/03/nato-peace-threat-ukraine-military-conflict

Noam Chomsky sobre Propaganda de Estado

https://www.youtube.com/watch?v=vmoXze-Higc

El Papa Francisco en el uso del religión para justificar la violencia 
http://www.huffingtonpost.com/2014/09/21/pope-francis-extremist-religion-_n_5856648.html

Martin Stirling video La Campaña Siria "In Reverse" (Hacia atrás)
https://www.youtube.com/watch?v=UNw-ikgLhS8

Karen Armstrong: Religion causes violence and war? Why it's really not that simple
http://www.theguardian.com/world/2014/sep/25/-sp-karen-armstrong-religious-violence-myth-secular

El experimento Milgram 
http://en.wikipedia.org/wiki/Milgram_experiment